Beberli Cordón

Cándida Emérida García proviene de Teculután, Zacapa y es madre de Beberli Cordón.

La vida de Cándida cambió por completo cuando su hija Beberli empezó a presentar síntomas inusuales y notaba que sus ánimos se desvanecían al pasar los días “Noté que Beberli sufría de muchas fiebres, estaba muy pálida, y ya no quería salir a jugar con sus amigas” comentó. Beberli fue llevada a un hospital local de Zacapa donde los doctores no concluían ningún resultado y ellos le comentaron: “Señora su hija pudo haber comido algo que no le cayó muy bien”; ella no se convenció y decidió viajar a ciudad de Guatemala para que fuera atendida en otro hospital donde más tarde se confirmó que Beberli padecía de leucemia. La doctora la refirió a nuestro hospital para que pudiera recibir su tratamiento.

Su madre comenta: “Nuestra vida cambió por completo, su humor era inestable y ya no se tomaba fotos como lo hacía antes, amaba eso. Fue duro para mí porque al mismo tiempo mi esposo al enterarse de la enfermedad de Beberli desapareció, nos abandonó y decidió no hacerse cargo de nosotras, entré en pánico porque no sabía nada de la enfermedad y pensaba que no tenia cura, llegué a pensar que mi hija se iba a morir. Fue una etapa muy dura al enterarme de la noticia, era época de nuestra feria patronal y no pudimos asistir, algo que mi hija amaba, era nuestro momento mágico como familia y no nos la perdíamos desde su nacimiento; verla en el carrusel con esa sonrisa angelical era algo que me motivaba a luchar por ella, ahora me toca enfrentarme sola y contra el mundo, pero tengo fe en Dios que saldremos juntas adelante”.

AYUVI es su esperanza de vida

Su esperanza se hacía cada vez más grande al ver que su hija respondía de manera positiva cuando empezaba a recibir su tratamiento en AYUVI: "Es una enorme Fundación, no dejen de apoyar a tanta familia que lo necesita, AYUVI ha sido mi fortaleza porque han ayudado a mi hija y me han dado las fuerzas para levantarme y luchar por ella; todos los niños no merecen pasar por esta terrible enfermedad.

Gracias a todos los patrocinadores y a las personas de corazón enorme que con su ayuda, hoy mi hija puede recibir su tratamiento, somos muchos los guatemaltecos que creemos en esta causa, como madre soltera lucho por la vida de mi hija y lo haré hasta que Dios me lo permita y vea a mi hija recuperada. El recibir un tratamiento sin costo para mi hija es una bendición, porque es un tratamiento muy costoso y no tengo los recursos para cubrirlo. Yo no he pagado nada y eso es de gran ayuda, mi hija sigue respondiendo de manera positiva al tratamiento". 

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